¡Tengo miedo!... Estos hostales son toda una experiencia… Sobre todo este que está en Melbourne, la segunda ciudad de importancia en Australia por tamaño y por movimiento social y económico… Las habitaciones son para 8 personas con 4 literas cada una y generalmente hay personas que viven aquí y que están acostumbrados a todo este desmadre, porque no hay otra forma de decirlo… La habitación huele a departamento encerrado con olores frescos… Entran tanto hombres como mujeres y los baños son compartidos… Por dicha, las sabanas están limpias y no huelen a nada porque de otra forma no habría forma de que yo me quedara por aquí… Además estoy acompañada por Mariela la chica argentina y Amie, la americana así que el miedo ha bajado un poco…
Igual me da gusto estar viviendo esta experiencia que no viví en mis años mozos… de repente me siento medio ruca cuando veo a los morros ir y venir buscando licor por donde sea… Y después de este desahogo, este día fue muy bueno en general llenó de lindos paisajes en todo el recorrido de la Grand Ocean Route…
Empezamos el día visitando una formación de rocas en el océano que no vimos ayer que se llama Loch Ard Gorge en memoria de una pareja que sobrevivió a un naufragio y que gracias a que Loch (el masculino) trepó las rocas y pidió auxilio, pudieron sobrevivir, tener hijos y ser felices para siempre…
La GOR es muy bonita… Es una costa que de un lado te regala un mar lleno de diferentes todos de azul y por otro lado tienes valles llenos de verde que son adornadas por las ovejas y vacas pastando alrededor…
Lo que más me llamó la atención este día fue que muy cercano a la costa visitamos un pequeño bosque tropical que tenía arboles gigantescos con más de 100 años de antigüedad:
También pasamos por unos pequeños puertos muy pintorescos con acceso a la playa y con jardines… Comimos dedos de pescado en uno de ellos acompañados de una rica nieve…
La despedida de la GOR fue con la visita a una playa de surcos donde filmaron la película “Punto de Quiebra” hace algunos años…
Y bueno, después de mi primer shock con los hostales, nos fuimos a cenar a un restaurant de comida tailandesa sumamente delicioso… Tomamos una copita de vino tinto y un tequilita como digestivo…
De este viaje me quedó con Tim el guía… Un tipo de mi edad, yo diría que un poco tímido para ser guía, pero que disfruta de andar dando el rol… El grupo en general fue bueno porque logramos trabajar en equipo y divertirnos en los lugares que visitamos…
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